Las etiquetas deben incluir información nutricional, instrucciones de uso, ingredientes y advertencias, para que el usuario final pueda elegir con conocimiento de causa en función de sus necesidades y preferencias.
Las etiquetas pueden incluir marcas de calidad como DOP, IGP o BIO, que certifican el origen geográfico y la producción ecológica, ofreciendo un nivel adicional de garantía.
Recientemente, el uso de códigos QR y tecnologías NFC en las etiquetas permite a los consumidores acceder a información detallada a través de los teléfonos inteligentes, lo que fomenta una mayor transparencia e interacción.